La enseña entrega los diplomas a sus nuevos distribuidores oficiales y trasladará su centro de producción de Morabita a la viña El Diablo.

Bodegas y Viñedos Díez-Mérito, que ha vuelto a manos jerezanas tres décadas después, ha recibido la visita de los equipos comerciales de sus nuevos distribuidores para las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga a los que se ha hecho entrega de los correspondientes diplomas que los acreditan como distribuidores oficiales de los vinos de la Casa del Fino Imperial. Tras la anterior etapa de la bodega en la que la labor comercial era prácticamente nula, en los escasos tres meses que han transcurrido desde la adquisición de la enseña a los herederos de Eguizábal por parte de la familia Espinosa, en su afán de expansión ha atendido en sus instalaciones a Distribuciones Delgado de Cádiz, Distribuciones Vallecaro de Jerez, Bodegas Collado del Campo de Gibraltar, Montanera de la Dehesa de Sevilla y a Distribuciones Ojén/Marbella de Málaga.

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Durante la jornada los nuevos distribuidores de Díez-Mérito han tenido la oportunidad de visitar la viña El Diablo y conocer de primera mano las que serán las nuevas instalaciones de la bodega una vez que se complete el traslado del centro de producción que actualmente se encuentra en el Complejo Bodeguero de la carretera de Morabita. En su visita a la viña han podido también conocer a través del capataz de la viña las particularidades del cultivo de la vid en Jerez, así como el estado del cultivo y faenas que se están desarrollando en estas fechas.

Posteriormente se han trasladado a las bodegas El Cuadro y Bertemati, donde tras una amena visita recorriendo las soleras y criaderas de la singular Bodega de Bertemati han recibido una cata formativa de mano del enólogo de la bodega, José Antonio Portales, para terminar con un ameno aperitivo maridado como no puede ser de otro modo con los vinos de la casa.